Plantas aromáticas y medicinales

Se trata de un cultivo muy apropiado para su establecimiento en los terrenos entre placas, pues ya se cuenta con experiencias que han mostrado unos muy buenos resultados para su implementación en estas condiciones y presenta muchas ventajas. El tipo de maquinaria se puede adaptar a unas dimensiones de anchura y altura menores que el aprovechamiento de gramíneas. Son cultivos que tardan unos 3 años en alcanzar una producción ya importante y posteriormente se mantiene alta entre unos 6 a 7 años. Los gastos iniciales son altos (plantones de calidad, adaptación de maquinaria, manejo de adventicias, etc.)

Es un tipo de cultivo que ha tenido un importante auge para su desarrollo en terrenos agrícolas de secano y que, con su adaptación a las condiciones especiales de los terrenos entre placas, se adaptaría perfectamente a las mismas, generando una ocupación y productividad nada desdeñables en relación a los que puedan dar los cultivos de cereal de secano tradicionales.

Son cultivos que sufren en mucha menor medida la irregularidad de precipitaciones y los rigores climáticos como granizadas, fuertes calores e intensas lluvias e incluso reaccionan mucho mejor a la acción de la fauna siendo compatibles con el aprovechamiento ganadero en muchos de las plantaciones. Incluso se utiliza el ganado como medio para el control de la vegetación adventicia en estas plantaciones lo que facilitaría un control de la misma por medios naturales no consumidores de combustibles fósiles.

Estos cultivos no generan los problemas de contaminación de otros cultivos, pues se suelen realizar con un nivel muy mínimo de actuaciones y en la mayoría de las plantaciones se hace como cultivo ecológico. Se trata de cultivos que necesitan mucho menor nivel de inputs, pues son plantas muy rústicas que necesitan un menor o incluso prácticamente nulo aporte de fertilizantes, fitosanitarios, labores culturales (que consumen combustibles fósiles), etc. Son especies que pueden estar en el campo hasta 8-10 años de forma continua con lo que ello supone el ahorro de tratamientos culturales, una continua ocupación del suelo.

Las especies que se han estudiado son por ejemplo el espliego, tomillo, romero, lavanda, milenrama, hisopo, salvia, anís, lúpulo, pimiento para pimentón, achicoria, regaliz, menta, comino, aloe vera, etc. Muchas comunidades autónomas están muy volcadas en el estudio de estos cultivos alternativos y se están probando gran variedad de especies y variedades. Incluso hay ya muy interesantes experiencias en condiciones de plantas fotovoltaicas con un razonable éxito que abre grandes posibilidades a este cultivo donde determinadas variedades encuentran ventajas en la situación especial que ofrece unos terrenos dentro de un parque fotovoltaico.