Cultivos sin suelo. Granjas verticales

La provisión de una energía barata en las fincas agrícolas también facilita la instalación de sistemas innovadores en el campo para mejorar la productividad de los cultivos dentro de la denominada agricultura de precisión que necesita de: sensores, drones, maquinaria autónoma desherbante, video cámaras, microfertilización etc.

Un caso extremo, y que además se podría ubicar próximo a las grandes ciudades por ser los más importantes consumidores de los productos agrícolas, es la instalación de granjas o instalaciones de explotación agraria verticales. Estas instalaciones necesitan una importante provisión de energía pues son edificios en las que se cultivan planta a diferente altura y con el aporte de luz artificial en condiciones de cultivo muy controladas que permiten cerrar el ciclo del agua y limitar al máximo las posibles pérdidas al depurar y devolver al sistema las aguas sobrantes. También se actúa con los nutrientes de forma circular limitando las pérdidas y contaminaciones al hacer recircular los nutrientes de forma continua. Todas estas instalaciones necesitan para su construcción y mantenimiento un importante aporte energético que puede brindar las superficies que desarrollan prácticas agrovoltaicas.

Estas granjas verticales se pueden ubicar próximas a las grandes ciudades, combinadas con los parques agrovoltaicos que les suministrarían la energía necesaria para estos sistemas productivos, lo que reduciría de forma importante el coste ambiental de alimentar a estas poblaciones (huella de carbono) y también el coste económico. Ambos aspectos, el ambiental y económico, están muy relacionados con el transporte de estos recursos a los consumidores desde el campo. Además, se podrían proveer alimentos más frescos a estas poblaciones al reducir las distancias entre el productor y el consumidor y con cultivos más controlados a salvo de las inclemencias del campo.