Ovino para producción de carne

Se propondría una práctica de ganadería en ecológico y extensiva que ayude a mantener un interesante ecosistema de ciclo cerrado. Este aprovechamiento se propone integrar con el pastoreo de otras áreas ganaderas del territorio que tengan un especial interés para la biodiversidad y que puedan integrarse dentro de trabajos de protección y compartimentación del territorio frente a los incendios forestales.

Para un único rebaño manejable por una persona se estima se necesitan unas 25 hectáreas de pasto de calidad dentro de uno o varios parques fotovoltaicos aproximadamente para garantizar la viabilidad técnica de esta explotación de ovino de carne. Para desarrollar esta actividad se necesitaría también una nave para el almacenamiento de maquinaria de unos 50 m², una pequeña oficina de 15 m², aseo de 5 m² y corrales y refugios para que los animales puedan resguardarse.

En el caso de que esta actividad sea desarrollada por un habitante del territorio, (opción preferente), seguramente contará con buena parte de esta infraestructura que, en caso contrario, será cuestión de: o bien alquilar las instalaciones existentes o bien de acondicionarlas. En este segundo caso sería necesaria una mucho mayor inversión pues se precisa unas 400 cabezas de ganado, pero podría suponer la atracción de un nuevo poblador al medio rural. También se puede plantear un crecimiento progresivo aprovechando un porcentaje mayor de las necesidades de reposición que necesita el rebaño durante unos cuantos años.

La explotación tipo que se pretende conseguir sería de: unas 400 cabezas de ganado. De estas 70 serían corderos, 10 sementales y 320 serían hembras para reproducción, teniendo de media 1,5 embarazos al año una oveja, con entre 1 y 2 crías. Por tanto, se calcula que cada año la explotación tendrá una media de 480 nacimientos al año.

Es importante que la raza de ovino a integrar en esta gestión sea rústica y adaptada al terreno, buscando la menor dependencia posible de insumos externos. Con ello también se puede conseguir reducir la vulnerabilidad del ganado frente a enfermedades e inclemencias climáticas.

Para llevar esta empresa a fin, se precisaría dos personas emprendedoras, siendo ambos a jornada completa para alternarse y poder cubrir las necesidades de cuidado permanente del ganado.