Sombreamiento de cultivos

Las placas solares ofrecen una muy interesante sombra que reduce el estrés hídrico de los cultivos principalmente durante el verano. Esta sombra convenientemente planificada ofrece una importante mejora para el cultivo al reducir su evapotranspiración y porque favorece el mantenimiento del tempero de la tierra. Esta mejora es especialmente importante en las áreas más sometidas a los cada vez más largos veranos como ocurre en nuestros ambientes mediterráneos y principalmente es muy recomendable para los cultivos veraniegos donde se llegan a agostar los mismos ya desde principios de esta estación. Este sombreado veraniego es muy conveniente tanto para cultivos de hoja como de fruto si bien los resultados son diferentes para las distintas especies. Durante el verano en climas mediterráneos se ven favorecidos la mayoría de los cultivos por una situación de sombra parcial. Con la tendencia actual, por el cambio climático, al alargamiento de la estación veraniega y la mayor intensidad y nivel de radiación de los rayos solares hay cultivos y producciones con grandes riesgos de verse sometidos a radiaciones excesivas que mermen la calidad y viabilidad de los cultivos de verano llegando a producirse incluso quemaduras en frutos y hojas.

Los ahorros de agua para los cultivos que se desarrollan bajo una infraestructura agrovoltaica pueden situarse entre el 20 hasta el 30% del agua al reducir la evapotranspiración de los cultivos y la pérdida de humedad del suelo. Pero no quedan aquí las ventajas, sino que la ausencia de exceso de insolación supone una mayor calidad de las producciones. Así por ejemplo los cultivos de hojas no se endurecen tanto al estar algo protegidos del sol y los cultivos de fruta no sufren quemaduras, ocasionadas en días de alta insolación, que merman la calidad de los mismos tanto visual como gustativa-olfativa.

Todas estas observaciones, no siempre apoyadas en estimaciones cuantitativas suficientemente contrastadas, apoyan que nos podríamos encontrar con una gran multitud de variaciones que se pueden dar por las diferencias en los diseños tanto de cultivos como de tratamientos culturales, también por las variaciones en las estructuras, disposición y características de los paneles, etc. Todo ello nos lleva a la necesidad de realizar estudios que permitan sacar más luz a todo este campo de posibilidades que se abre con las prácticas agrovoltaicas.

Estas mejoras de los cultivos pueden establecerse tanto para pequeñas plantaciones familiares, o incluso huertos de azotea en áreas urbanos o pequeños jardines, pero también se pueden dar estas ventajas para grandes explotaciones agrarias incluso de cereal, pero relacionadas con estructuras de soporte de importantes dimensiones y costes.